Fred, un dulce perrito, tiene problemas para respirar debido a una dolencia respiratoria que contrajo después de un incidente traumático con sus dueños anteriores. Aparentemente, Fred nació con mala suerte, y su antiguo dueño abusó de él, obligándolo a dormir afuera, razón por la cual se enfermó gravemente.
Fred fue abandonado y acogido en un refugio, después de lo cual fue adoptado por una familia amorosa y comenzó su nueva vida. Sin embargo, sus pulmones aún estaban afectados por la condición, pero su nueva familia estaba preparada para hacer todo lo posible para ayudarlo a sanar.
Sin embargo, siguieron observando sus dificultades respiratorias y decidieron llevarlo a un veterinario para la atención médica necesaria. Una de las recomendaciones del veterinario después de evaluarlo fue usar una máquina nebulizadora un par de veces al día.
A los animales con frecuencia se les dan nebulizadores para tratar de hidratar y oxigenar sus vías respiratorias para que puedan respirar.
Entonces, el veterinario aconsejó a la familia de Fred qué máquina comprar, pero estaban preocupados por la reacción del perro.
A pesar de que los perros están domesticados, conservan sus instintos y no les gustan algunas cosas, como tener elementos extraños en sus cuerpos. A pesar de que los elementos son por su propio bien, no lo ven de esa manera y, como resultado, pueden surgir problemas.
Sus padres le colocaron la mascarilla en la nariz sin hacer mucho alboroto y de manera tranquila, y comenzó a recibir las nebulizaciones.
Todos estaban extasiados, especialmente Fred, quien se dio cuenta de que esta ayuda era para su propio beneficio y que su salud mejoraría rápidamente.
Puede que Fred no entienda por qué usa esta máscara, pero la confianza de su familia le permite dejar de lado su lado salvaje.
El hecho es que Fred es un verdadero campeón que sin duda se recuperará rápidamente, gracias al apoyo incondicional de su familia.