Los entusiastas del hot rod entienden el atractivo de modificar un vehículo para mejorar su rendimiento, atractivo estético o gusto personal. El proceso de transformar un automóvil en una obra maestra personalizada puede llevar mucho tiempo, pero es innegable que el resultado final vale la pena. Sin embargo, hay casos en los que los propietarios se ven obligados a reinventar sus automóviles después de un tiempo, ya sea debido a estilos cambiantes o preferencias cambiantes. Si bien comprar un proyecto terminado o en curso es una opción, nada se compara con la satisfacción de crear un automóvil que realmente encarne la visión de uno. Un cambio tan drástico se hace necesario para hacerlo realmente propio.
En nuestra búsqueda de un proyecto excepcional, nos embarcamos en la misión de transformar un Chevy del 57 en una obra maestra única. A través de una colaboración con Timber Wolf, buscamos darle nueva vida a un automóvil que había sido abandonado por su anterior propietario. Nuestro objetivo era crear un vehículo Pro Street, un concepto que HOT ROD no había explorado desde hacía bastante tiempo. Después de una búsqueda exhaustiva, nos topamos con un Chevy del 57 que había sufrido una conversión parcial en la mitad trasera en el pasado. Aunque parecía prometedor, pronto descubrimos sus imperfecciones tras una inspección más cercana.
La tienda Pure Vision de Steve Strope en Simi Valley, California, se convirtió en el centro de nuestro proyecto. El Chevy del 57 contaba con los componentes esenciales de un automóvil Pro Street, incluido un potente motor Chevy de bloque grande, neumáticos traseros anchos, un sistema de suspensión con barra de escalera y una robusta jaula antivuelco de seis puntos. Inicialmente, cuestionamos nuestra capacidad de transformar un coche que ya parecía estar en buenas condiciones. Sin embargo, tras un examen más detenido, notamos varias áreas que requerían mejoras. Strope compartió sus observaciones y afirmó: “Tenía sentimientos encontrados. Adquirimos un coche decente a un precio razonable. El trabajo en la bañera fue satisfactorio y proporcionó un sólido punto de partida. Sin embargo, a medida que profundizamos, descubrimos una artesanía deficiente y una falta de atención al detalle. Las líneas de freno y el cableado eran pésimos, y la mezcla de piezas nuevas y viejas chocaba. Además, la elección de colores era cuestionable, con componentes de suspensión y limpiaparabrisas de color naranja. El motor era un desastre y la jaula antivuelco no era nada impresionante. No obstante, los cambios que necesitábamos hacer se alinearon con nuestros planes originales, por lo que funcionó bien”.
Comienza la transformación: una visión toma forma
Habiendo colaborado previamente en dos autos regalados para HOT ROD, confiamos a Strope nuestro proyecto Chevy del 57, confiando en su experiencia. Después de intercambiar ideas y consultar una representación de Tavis Highlander, Strope y su equipo se embarcaron en la transformación. El tiempo corría, ya que habíamos fijado un exigente plazo de cinco semanas para garantizar la participación del coche en el Power Tour(r) de este año.
A medida que avanzaba el proyecto, la creatividad de Strope continuó fluyendo, lo que llevó a nuevas mejoras que se adhirieron a nuestro tema inspirado en las carreras de resistencia. Aunque estas ideas superaron los límites de nuestro plazo, el resultado final resultó ser nada menos que extraordinario. Cada detalle fue abordado meticulosamente para reflejar el espíritu de los años 60 y 70. El motor recibió un toque vintage, con tapas de válvulas con aletas Edelbrock, cabezales Patriot pintados de blanco, pilas de velocidad modificadas y un bloque de combustible personalizado para los carburadores cuádruples duales Edelbrock.
El interior experimentó una transformación sorprendente, reemplazando la tapicería de tela y vinilo negro original por un llamativo interior rojo del Año Uno. Flaming River contribuyó a la revisión reemplazando el cliché volante de palanquilla por un volante estilo Corvette de tres radios. Los mecanismos de ventanillas eléctricas del mercado de accesorios de Electric Life reemplazaron a los originales lentos, mientras que el motor del limpiaparabrisas RainGear de Pacific Western Design agregó un toque moderno. Ambos sistemas se integraron con relés para emular el rendimiento de un automóvil nuevo. El compromiso inquebrantable de Strope con la excelencia fue evidente en cada aspecto de la construcción, desde líneas de freno y cableado meticulosamente instalados hasta innumerables detalles refinados.
Un golpe de genialidad: las llamas encienden la pasión
El pináculo de nuestro proyecto fue la inclusión de la leyenda del hot rod Scott Sullivan, cuyas habilidades para pintar llamas elevarían el Chevy del 57 a alturas incomparables. A pesar de las limitaciones de tiempo, logramos asegurar la participación de Sullivan. Su amplia experiencia en el mundo de las motos de calle y Pro Street, incluido el icónico Chevy Cheez Whiz-orange ’55, lo convirtió en el candidato perfecto para hacer realidad nuestra visión. Los diseños atemporales de Sullivan garantizan que sus coches nunca parezcan obsoletos. Incluso hoy en día, su Chevy II de los años 70 y su Chevy del 55 de los 80 se integrarían perfectamente en cualquier exposición de automóviles contemporánea. El arte de Sullivan quedó aún más ejemplificado por su reciente enfoque en las motocicletas, lo que demuestra su dominio continuo en la industria automotriz.
Con cinta adhesiva guiando el camino, Sullivan apagó meticulosamente las llamas, convirtiendo el Chevy del 57 en una obra maestra en llamas. El color base del automóvil, que aparece negro en las fotografías y en condiciones de iluminación normales, en realidad posee un tono púrpura oscuro e intenso. A plena luz del sol, este vehículo llama la atención, especialmente cuando se combina con el nuevo motor GM HO 454 del Scoggin-Dickey Parts Center, capaz de producir quemaduras impresionantes.
Una obra maestra inigualable
Como auto de sorteo, este Chevy del 57 se encuentra entre los mejores que hemos encontrado, si no el mejor de todos. El afortunado que gane este coche sin duda apreciará su suerte.