La vida de Oksana Kobletskaya dio un giro inesperado cuando descubrió que estaba embarazada de nuevo. Siendo ya madre de una hija de 3 años, Oksana y su esposo Sergey estaban emocionados por la perspectiva de expandir su familia. Sin embargo, habían imaginado un camino más convencional, con solo dos hijos, teniendo en cuenta sus consideraciones financieras y de estilo de vida.
Mientras Oksana se sometía a su ecografía, la reacción animada del médico insinuaba algo extraordinario. Las noticias que siguieron la dejaron atónita: no solo estaba esperando gemelos, como había pensado inicialmente, sino quintillizos, posiblemente incluso seis bebés. Oksana compartió: “El asombro en el rostro del médico detuvo momentáneamente mi corazón. Murmuró algo como ‘Mereces conseguir una gran casa junto al mar…’”. Esta revelación, el asombro del médico y las noticias subsiguientes se difundieron como un incendio en la ciudad.
“Se sintió como una pesadilla, como si despertara en cualquier momento”, recordó Oksana. Las noticias trastornaron sus planes para el futuro, exigiendo un cambio urgente de rumbo. En la semana 30 de embarazo, Oksana ingresó a la sala de partos, donde la esperaba un equipo de ocho médicos. A través de una cesárea, dio a luz a tres niños y dos niñas, todos prematuros pero saludables. Sus nombres les fueron otorgados el mismo día en que llegaron al mundo: Aleksandra, Dariya, Denis, Vladislav y David.
La fotógrafa Julia Guseva, quien documentó los primeros días de los quintillizos, expresó su sorpresa por cómo los bebés, con apenas dos meses de edad, cooperaron durante la sesión de fotos. Las fotos capturaron la esencia de sus conexiones incipientes y el amor que sus padres les prodigaban.
Para ayudar a distinguirlos, a cada niño se le coloca una cuerda de color atada alrededor de su muñeca, un toque práctico para los padres. Sin embargo, Oksana no necesita tales ayudas, ya que detalla minuciosamente las personalidades únicas de cada niño en su blog.
A medida que los comentarios inundan sus fotos, queda claro que el viaje de esta familia ha conquistado los corazones de muchos. Un comentario dice en tono juguetón: “Pediste un hermano o una hermana y conseguiste cinco veces más que eso”. Sergey, el padre de los quintillizos, navega con destreza en su nueva realidad con carritos gemelos, mientras admira las bendiciones inesperadas que la vida les ha concedido.
Con los quintillizos ahora con cinco meses de edad, la familia se ha establecido cómodamente en su amplio apartamento nuevo, que sirve como un santuario para su creciente hogar. Mientras navegan por este viaje único, Oksana, Sergey y su creciente prole siguen siendo una fuente de inspiración para otros a través de su resistencia, amor y la belleza inesperada que la vida puede brindar. ¡Felicitaciones a ellos por su nueva residencia y su extraordinaria familia!