Los perros son increíbles. Encarnan todas las cualidades por las que los humanos deberíamos esforzarnos. Son nuestros compañeros más leales y creo que hablo por todos nosotros cuando digo que la vida sería increíblemente aburrida sin ellos.
La historia de la que hablaremos hoy es un ejemplo de cómo esa amistad entre un hombre y sus perros puede mejorar la vida de una persona drásticamente, y es solo una de las historias más saludables que jamás hayas leído.
A pesar de jubilarse hace más de 15 años, Eugene Bostick ha emprendido su nuevo viaje para ayudar a los perros rescatados a disfrutar de una vida de aventuras, y lo hizo de la manera más genial posible.
El hombre afirmó que no planeaba ser el cuidador de todos los perros rescatados, sino que consideraba su deber ayudarlos porque los demás no lo harían.
Bostick le dijo a The Dodo: Vivimos en una calle sin salida donde mi hermano y yo tenemos un establo de caballos. A veces la gente viene y arroja perros aquí, dejándolos morir de hambre.
Entonces, comenzamos a alimentarlos, dejarlos entrar y llevarlos al veterinario para esterilizarlos y castrarlos. Hicimos un lugar para que vivieran.
A lo largo de los años, rescató a muchos perros callejeros y ayudó a ponerlos a salvo . Aunque se contentaban con correr por su granja y disfrutar del aire fresco, Eugene tuvo la gran idea de construir un tren para perros . ¿Cómo se le ocurrió esa idea?
Bostick dijo: Un día estaba afuera y vi a un tipo con un tractor que conectaba estos carros para tirar piedras. Pensé: ‘Dang, eso serviría para un adiestramiento de perros’.
Soy un soldador bastante bueno, así que tomé estos barriles de plástico con agujeros, les puse ruedas debajo y los até.
Y así comenzó una gran nueva aventura . El anciano lleva a los perros una o dos veces por semana a dar un paseo y hacer un hermoso recorrido turístico, y a los perros les encanta.
Bostick dijo que los perros se emocionan cada vez que lo escuchan encender el tractor y todos vienen corriendo, listos para pasar un rato divertido.
El tren de perros se ha convertido en una atracción bastante popular entre los lugareños y muchos han pedido tomar algunas fotografías.
Cuando se le pregunta, simplemente afirma que le gusta ayudar a los perros que han pasado por muchas cosas y que ahora disfrutan de su tiempo juntos.
También afirmó: Estoy envejeciendo. Ahora tengo 80 años, así que supongo que no puede durar mucho más, pero lo continuaré tanto como pueda. Los perros se lo pasan genial. Realmente lo disfrutan.
Esta es una historia absolutamente hermosa y leerla es suficiente para hacer que cualquiera derrame lágrimas de felicidad. Le deseo a Eugene y sus perros todo lo mejor en sus aventuras juntos.