Los expertos locales han dado pocas posibilidades de supervivencia a una rara cría de tortuga albina en la isla de la Gran Barrera de Coral. Esta semana se vio una joven tortuga marina verde abriéndose camino hacia el agua en la isla Lady Elliot, frente a la costa de Bundaberg, en el noreste de Queensland. Las crías de tortugas marinas verdes suelen tener un caparazón gris oscuro, piel verdosa y un caparazón inferior blanco o amarillo pastel. La inusual tortuga de esta isla tiene la piel de color blanco rosado y un caparazón de color naranja rojizo.
El albinismo, una enfermedad hereditaria que hace que la piel, el cabello y los ojos se vean blancos, afecta sólo a una de cada 100.000 tortugas. Los investigadores del complejo ambiental recurrieron a Instagram para enfatizar cómo la enfermedad de la criatura marina tiene consecuencias importantes. “Las estimaciones actuales de supervivencia de las crías hasta la edad adulta son de alrededor de una entre 1.000”, publicaron en Instagram. “Desafortunadamente, el porcentaje de éxito de este pequeño se reduce aún más debido a su mala visión y su incapacidad para esconderse”.
Como resultado del papel de la melanina en el desarrollo del nervio óptico, la visión de la tortuga se ve afectada. Las tortugas albinas son alimento para los depredadores locales, según Jim Buck, Oficial de Gestión del Ecosistema de la isla. “Estos pequeños tienen dificultades para salir del nido y, si lo hacen, no se adaptan bien al entorno”, afirma.
“Podemos ver fácilmente al animal, así que estoy seguro de que los depredadores tienen la misma ventaja”. Según él, los investigadores quedaron desconcertados al descubrir este descubrimiento único, que sólo había sido documentado pocas veces en la historia de la isla.
Las tortugas marinas verdes sólo se encuentran en unas pocas especies y están en grave peligro de extinción. Según investigadores de la isla Lady Elliot, la población del sur de la Gran Barrera de Coral ha crecido entre un 3% y un 4%