Hay muchas parejas que desean nada más que convertirse en padres, pero que, por alguna razón fisiológica, no pueden concebir de forma natural. Hay muchas rutas alternativas a seguir si estás dispuesto a hacer grandes esfuerzos para tener un bebé, pero también hay casos raros donde, desafortunadamente, parece que nada funciona.
Sadie y Jarvis Sampson, por ejemplo, intentaron tener un bebé tan pronto como se casaron en 2018. Desafortunadamente, la pareja no tuvo suerte, a pesar de su compromiso y dedicación total a la causa. Sadie también se sometió a una cirugía para perder peso y aumentar sus posibilidades de quedar embarazada. Finalmente, sin embargo, el destino encontró otra solución para ellos, convirtiéndolos de todos modos en los padres de un hermoso niño.
Sadie recuerda su difícil viaje que emprendió para tratar de quedar embarazada después de su boda. Ella cuenta su historia con estas palabras: “También probamos consejos no solicitados de amigos, familiares y desconocidos. Fuimos a todos lados y hicimos todo lo posible. Durante 14 meses, intentamos, rezamos y esperamos. Mes tras mes, fue una prueba de embarazo negativa tras otra.
Parecía que necesitábamos ayuda para concebir e incluso llegamos tan lejos como para hablar con los médicos al respecto. Podríamos hacer todo para tener bebés”.
Pero incluso los médicos no parecían tener la solución para la pareja y el único consejo concreto que dieron fue sugerir que Sadie perdiera algo de peso para mejorar su fertilidad. Después de someterse a una cirugía que la ayudó a perder alrededor de 13 kg (29 libras), Sadie y su esposo Jarvis esperaban que finalmente funcionara. Sin embargo, las cosas no salieron como se esperaba y los intentos fallidos continuaron durante unos meses.
“Mi cirujano había pasado mucho tiempo describiendo cuán fértil sería después de la cirugía, pero aún así no quedé embarazada. Así que, en algún momento, simplemente nos dimos por vencidos. Nos dimos cuenta de que solo estábamos destinados a ser tía y tío para nuestras sobrinas y padrinos de nuestros ahijados”, dijo Sadie.
La llamada llegó a ella como un milagro que cambió sus vidas. Una amiga de Sadie le pidió que considerara adoptar a un niño que necesitaba temporalmente una familia de acogida porque su madre no podía cuidarlo. Sadie y Jarvis dudaron al principio porque estaban nerviosos de que en el futuro quizás sus padres vinieran a llevárselo. La sorpresa, sin embargo, llegó poco después: la trabajadora social aseguró que la madre del niño preferiría que el niño fuera entregado a ellos para una adopción permanente.
Y eso no es todo: en 2021, Sadie y Jarvis también se convirtieron en padres de gemelas, Journee y Destinee, gracias a la donación de embriones congelados. Y en este caso, es por eso que sus hijos tienen una piel diferente a la de sus padres. ¡No es de extrañar que sus maravillosas y asombrosas fotos familiares se hayan vuelto virales en todo el mundo! ¡Dios los bendiga!