El reciente y potente huracán Delta, que azotó Estados Unidos y México, fue otra sorpresa “agradable” de 2020, que sufrió muchas personas y animales.
Un empleado del refugio de animales Tierra de Animales llamado Ricardo Pimentel, al enterarse del inminente huracán, decidió un acto muy valiente y conmovedor: sacó a todos los animales del refugio y los instaló en su propia casa.
Absolutamente todos. Trajo a casa perros, gatos, cabras e incluso gallinas. En total, 300 animales diferentes se encontraron en la casa de un hombre cariñoso.
Ricardo se dio cuenta de que las construcciones del refugio no resistirían el embate de un huracán y todos los animales que viven en ellas podrían morir. Por eso se abasteció de cuencos y transportadores y rápidamente evacuó a todos los habitantes del refugio directamente a su casa. El hombre dijo que todos los rescatados se comportaron en silencio, no destruyeron nada y no entraron en pánico ni siquiera cuando escucharon los fuertes sonidos del huracán.
Lamentablemente, como esperaba el héroe de esta historia, el refugio sufrió graves daños. Muchos recintos fueron destruidos y ahora es necesario restaurarlos.
Ricardo va a construir nuevos edificios que sean más duraderos, para que la próxima vez no sean dañados por los elementos.