A pesar de que los hipopótamos son considerados los animales más peligrosos de África, un grupo de unas 30 valientes tortugas se atrevió a desafiar a uno de ellos con la esperanza de convertirlo en su propia tumbona gigante.
En una escena sorprendente, estas tortugas acuáticas se balancearon sobre el inmenso lomo del hipopótamo, buscando un lugar cómodo donde descansar bajo el sol africano. Fue un acto audaz por parte de estos pequeños reptiles, que desafiaron la reputación feroz de los hipopótamos en el Parque Nacional Kruger de Sudáfrica.
El Parque Nacional Kruger es conocido por sus vastos pantanos y ríos de corriente lenta, que albergan una diversidad de animales acuáticos, incluidos reptiles amantes del agua que disfrutan flotar en la superficie o tomar el sol en las rocas cercanas.
Los hipopótamos, a menudo etiquetados como “bañistas” en el Parque Nacional Kruger, son una vista común en manadas y se pueden observar a menudo en los charcos de agua. Aunque suelen estar sumergidos bajo el agua, a veces pueden parecer simplemente rocas enormes a simple vista.
Cuando los hipopótamos están flotando debajo de la superficie, sus hocicos puntiagudos ocasionalmente pueden parecerse a los de los cocodrilos, lo que puede resultar engañoso. Sin embargo, es importante prestar atención a sus señales de advertencia: cuando abren sus enormes mandíbulas y muestran sus colmillos masivos, es mejor mantener la distancia.
Por otro lado, las tortugas son criaturas anfibias. Si bien se mueven con lentitud en tierra firme, se convierten en nadadoras ágiles en el agua. Estos animales experimentan un alto grado de humedad, lo que los lleva a disfrutar del sol para secarse.
En lugar de optar por descansar en la costa, estas tortugas prefieren escalar por encima del agua para aprovechar al máximo los cálidos rayos del sol africano. Una imagen verdaderamente inusual y pintoresca en la interacción entre dos especies tan distintas en la fauna africana.