En la última parte del océano ártico, se encuentra un gusano poliqueto gigante que presenta una apariencia verdaderamente peculiar. Las dos características más notables de Eulagisca gigantea son su espalda cubierta de cerdas doradas y un inquietante apéndice dentado que se asemeja a su cabeza, lo que lo convierte en un objeto realmente extravagante.
A pesar de su aspecto, la investigación sugiere que este gusano podría desempeñar un papel crucial en la salud de nuestros ecosistemas.
El nombre en latín para los gusanos poliquetos se traduce como “pelos pequeños”. Y estos pelos brillan con intensidad.
Estas criaturas varían en forma y tamaño, lo que convierte a Eulagisca gigantea en una especie intrigante tanto morfológicamente como en términos de tamaño. Desde formas pequeñas hasta otras enormes, estas criaturas parecen venir en una amplia variedad de tamaños.
Aún no sabemos si Eulagisca gigantea utiliza sus brillantes cerdas como un medio de locomoción en el lecho marino o como un mecanismo de defensa. Esta especie fue descubierta en 1939, aunque aún queda mucho por aprender sobre su fisiología y dieta. Sin embargo, el tamaño de sus mandíbulas sugiere que es un depredador que se alimenta de otros organismos marinos. No obstante, la presencia de grandes dientes podría indicar que también es un carroñero.
Además, la parte del cuerpo que se asemeja a una cabeza en realidad es una garganta retráctil que se extiende aproximadamente dos pulgadas desde donde el gusano se alimenta.
En resumen, Eulagisca gigantea es una criatura misteriosa que habita en las profundidades del océano ártico. Su apariencia inusual y su función en el ecosistema marino aún plantean muchas incógnitas, lo que hace que su estudio sea de gran interés para los científicos marinos y los entusiastas de la vida marina.