Todas las mujeres aspiran a las madres, pero una señora que creía que nunca dejaría de tener 𝘤𝘩𝘪𝘭𝘥ren casi ʟᴏsᴛ su objetivo. Satu Nordling González, una mujer sueca que pasó los últimos 14 años de su vida Pʀᴇɢɴᴀɴᴛ, es ahora una orgullosa madre de diez hijos.
Dado que el útero de Satu tenía muchas cicatrices, conseguir que Pʀᴇɢɴᴀɴᴛ volviera a ser un desafío. La oʋulación de Satu terminó por completo como resultado del estrés, y ella concluyó que “nunca volvería a ser lo que creía que había sido creada para mí, una madre”. Pero después de creer que sería imposible, inesperadamente volvió a llamar a Pʀᴇɢɴᴀɴᴛ dos años y medio después, y su primera novia, Nicole, fue nacida en 2008.
Satu y Andrés, quienes trabajan en la construcción, ahora tienen seis niñas y cuatro niños además de su hijo menor, Benjamín, a quien nació hace apenas unos meses. Los otros hijos que tienen incluyen a Nicole, 13, Vanessa, 12, ᴛᴡɪɴꜱ Jonathan y Danilo, 11, Oliʋia, 8, Keʋin, 7, Celina, 6, IsaƄelle, 3 y Melania, 1.
La madre Ƅusa empieza su día a las 6:30 a.m. Vuelo cocinando comida para su familia numerosa, cambiando pañales y preparando a sus hijos mayores para la escuela.
Antes de lavar más ropa después del almuerzo, comenzará a limpiar la casa, lavar la ropa y los platos, lavar y organizar su hogar sueco. Mientras lo hace, tenga cuidado con los miembros más jóvenes de la familia y asegúrese de que cumplan con un horario de sueño estricto. Cuando los niños lleguen a casa de la escuela, ella les preparará un refrigerio, los ayudará con sus tareas, terminará las tareas domésticas y comenzará a preparar la cena mientras juegan.
La maternidad requiere mucho trabajo y compromiso. A veces estoy tan agotado que me despierto sin siquiera desayunar. Sin embargo, las sonrisas y el amor de los niños son la mejor recompensa por mi paternidad. Según ʙᴀʙʏ News, Satu Nordling González va a la cama alrededor de la medianoche y solo tiene tiempo para ella con su marido y, después de todo, los hijos han ido a la cama a las 8 en punto.
La maternidad requiere mucho trabajo y sacrificio. A veces estoy tan agotado que me despierto sin siquiera desayunar. Sin embargo, las sonrisas y el amor de los hijos son la mayor recompensa por mi paternidad, según Satu. Después del embarazo, mi cuerpo siempre se ha recuperado rápidamente.