Cuando el padre muestra a su nuevo bebé a las 34 semanas, todos quedan paralizados. Jepie Wilklow y su marido no podrían estar más emocionados con la llegada de su bebé; Ciertamente una mezcla de emociones se apodera de todos los padres, hasta que llega el momento de tomarla en brazos y asegurarse de que todo esté bien.
Aunque durante todos los controles todo parecía indicar que no habría ningún problema, los médicos se vieron obligados a realizar una cesárea de emergencia en la semana 34. Pero hasta el momento todo iba bien.
“Cuando la tomaron en brazos la oí llorar y dijeron: es muy linda”. Esa es la palabra que toda mamá quiere escuchar, así que sonreí y me relajé”, recordó Jepie.
Sin embargo, cuando el padre de su pequeña, a quien llamaban Αппa, la tomó en brazos por primera vez, su habitación se llenó de un silencio sepulcral. Ninguna persona podía entender lo que estaba pasando con el bebé.
“Hicieron todo lo posible para ayudarla, pero su salto se endureció en cuestión de segundos y comenzó a agrietarse y le aparecieron llagas por todo el cuerpo. Vi sus caras llenas de emoción y le pregunté si todo estaba bien”.
Aunque los médicos le aseguraron que todo estaría bien, tuvieron que ponerla a dormir para calmar a su angustiada madre. Cuando despertó de ella, le revelaron su cruel realidad:
su pequeña padecía la enfermedad conocida como ictiosis arlequídea.
La enfermedad es un defecto genético que hace que el hígado crezca aproximadamente 14 veces más rápido que lo normal, genera enrojecimiento en todo el cuerpo, que también afecta los ojos, la boca, la postura y los oídos.
Con solo mirar a su marido y percibir su aterrador silencio, Jepie se dio cuenta de lo que estaba pasando. Cuando los médicos salieron de su habitación, ella le dijo: “¡Esto es serio!”.
Los bebés que nacen con esta copición generalmente mueren en unas pocas semanas, y los que sobreviven pueden sufrir complicaciones motoras graves.
Pero a partir de ese momento haría lo que fuera necesario para darle a su pequeña la calidad de vida que se merecía, aunque no niega que lo primero que pensó fue que prefería a su hija. fallecido.
Pero Appa nació para ser la guerrera más valiente de todas y superó todos los pronósticos.
”Cada dos horas cubría su cuerpo con vaselina y la bañaba durante varias horas al día. Durante muchos años soñé con lo que le pondría a mi amada hija, y aunque parecía tan trivial, era por lo que ella más luchaba”, confiesa Jeпpie.
“Me di cuenta de que si ella ponía límites a lo que podía lograr, su desarrollo quedaría bloqueado. Así que decidí poner el listón alto. Me dije a mí mismo que el objetivo sería que ella hiciera lo que quería hacer y ese mismo objetivo se aplicaría a mí”.
Jeппie le ha dado al mundo la mayor lección de autosacrificio, coraje y espíritu de lucha y es por eso que comparte su aventura con su amado papá todos los días, una montaña rusa de emociones que jamás imaginó, pero ahora sabe cuál es su misión. vida.
Su mamá creó una cuenta de Instagram para la pequeña Αппa… ¡Mira qué adorable es!
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¿Solo un pequeño grito mientras dejamos que el aqυaphor se remoje? #aqυaphor𝑏𝑎𝑏𝑦 #ichthyosisawareпess #harleqυiпichthyosis
Una publicación compartida por Jeппie (@harleqυiпdiva) el 29 de abril de 2018 a las 2:20 p.m. PDT
“Ahora entendí que lo recibí por el amor que ya tengo en mi corazón por mi hija. Αппa estaba hecha para mí, y yo estaba hecha para ella, y juntos le mostraremos al mundo lo hermoso que puede ser.
Sus padres dedican esfuerzos a llenarla de amor y afecto. Confiesan que no es nada fácil, pero al final del camino saben que esta pequeña lo es todo, es la razón de su existencia…
Muchos han aplaudido su valentía al compartir su historia y enseñar una lección de esperanza y que todos los seres humanos tengan un valor infinito con solo existir.
Comparta estas conmovedoras bancas con sus amigos y bendiciones para estos padres que lo están haciendo maravillosamente bien.