Jess Martin se enamoró de un adorable Staffordshire llamado Amos que nació ciego mientras trabajaba como voluntario en su organización local de rescate de animales. Cuando se enteró de que él estaba teniendo dificultades para encontrar a su familia definitiva, rápidamente lo recibió en su casa. Lo que comenzó como un hogar de crianza temporal para Amos se convirtió rápidamente en el hogar que impactaría su vida para siempre.
Jess estaba preocupada por la reacción de Toby, su terrier de 9 años, ante su hermano adoptivo. El mejor amigo de Jess era Toby. Habían vivido juntos algunas aventuras fantásticas y habían creado un vínculo maravilloso, por lo que la perspectiva de expandir su pequeña familia sonaba un poco intimidante. La amistad de Toby y Amos floreció después de unos días de incertidumbre.
Amos nunca había vivido en una casa antes de Jess porque había pasado toda su vida en un centro de rescate. Amos chocaba contra las paredes, se aterrorizaba con los sonidos de la televisión e incluso estaba harto de sentir la alfombra en sus patas. Las tareas simples, como encontrar el tazón de agua, eran extremadamente difíciles para el cachorro ciego.
Al principio, Toby se mostró escéptico acerca de Amos, pero Jess pronto observó algo extraordinario. Toby empujaría a Amos en la dirección correcta si lo veía esforzándose por encontrar su tazón de agua. Lo que comenzó como un suave empujón ocasional se convirtió en Amos recibiendo su propia guía. Jess y su familia sabían que habían obtenido otro querido amigo.
Amos fue examinado por un oftalmólogo a medida que crecía. Se determinó que lo más probable es que sus ojos le causaran presión y agonía diaria, y que extirpar los ojos sería la decisión más compasiva. Toby asumió el papel de “perro guía no oficial” de Amos poco después de la cirugía.
Amos estaba nervioso cuando él y Toby salieron a caminar juntos por primera vez. Los ruidos del entorno lo asustarían y tendría que tomar descansos regulares para acostarse y reorganizarse. ¡Toby inmediatamente se acostaría a su lado y esperaría a que estuviera listo para continuar!
¡Hacer senderismo por las colinas es ahora una de las actividades favoritas de los mejores amigos peludos! Toby guía a Amos a través de las colinas con golpes en el cuerpo y empujones, y si se desvía, lo ayuda a guiarlo de regreso al camino.
“Han formado una buena relación y son conscientes de las limitaciones del otro”.
Amos ha aprendido el arte de hacer senderismo, pero todavía tiene mucho que aprender sobre la socialización y cómo socializar con otros perros. Toby actuará con frecuencia como intermediario durante estos encuentros porque muchos perros se asustan por la incapacidad de Amos para hablar como lo haría un perro normal. ¡Todos los días, Jess y Toby trabajan juntos para mejorar sus habilidades de sociabilidad!
¡Toby es, sin duda, el mejor guía y guardaespaldas que Amos podría haber esperado! Habían descubierto en el otro un compañero para toda la vida.