Un pequeño cachorro sin madre se encogía de miedo mientras era constantemente intimidado por perros más grandes. Quería resistir desesperadamente, pero su pequeño tamaño le hacía imposible defenderse. En un último esfuerzo por escapar del tormento, se escondió entre las hojas secas al costado del camino. Pero fue inútil: cada perro que pasaba lo convertía en su objetivo.
A pesar del constante acoso, el pequeño cachorro se negó a darse por vencido. Su nombre era Fendi y en su mente sabía que tenía que esperar a su querida madre. Se quedó quieto, sentado allí entre las hojas secas, esperando contra toda esperanza que su madre regresara y lo salvara del miedo y el tormento constantes.
Los días se convirtieron en semanas y la determinación de Fendi nunca flaqueó. Sabía que su madre nunca lo abandonaría, por lo que se negó a dejar su lugar, sin importar cuánto lo intimidaran. Pero a medida que pasó el tiempo, empezó a darse cuenta de la dura realidad: su madre nunca volvería.
El pequeño cachorro tuvo que enfrentarse al mundo solo, sin el amor y la protección de una madre. Fue una lección dura, pero Fendi perseveró. Poco a poco comenzó a desarrollar su propia fuerza y coraje, aprendiendo a valerse por sí mismo y a enfrentarse a los matones.
Hoy en día, Fendi es un perro fuerte y resistente, un testimonio del poder de la determinación y la perseverancia. Puede que haya comenzado su vida como un cachorro pequeño y vulnerable, pero a través de sus luchas, se convirtió en un símbolo de esperanza y resiliencia.