Abrazar la alegría: un nuevo día comienza con el rostro angelical y regordete de un adorable bebé
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La respuesta emocional que provocan los rostros de los recién nacidos es universal y trasciende las fronteras culturales. La vista de sus rostros inocentes despierta un impulso primordial de proteger y cuidar a estos seres vulnerables, forjando una conexión inmediata entre el bebé y quienes lo rodean. Es a través de sus rostros que los recién nacidos comunican sus emociones, ya sea en momentos de sueño tranquilo o en sonrisas fugaces, llenando de alegría nuestro corazón.
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