Originario de Brasil, Bert Fritz es un comprometido profesor de ciencias de secundaria en la Next Generation Science School de Champaign. Se embarcó en un plan de estudios intensivo, con la esperanza de que se convirtiera en una pasión para toda la vida. Cuando llegó al lago Kaufma, se encontró con una colonia de perros taγtliοg: Doγy, un cachorro blanco y negro, que era un feroz defensor de su supervivencia, elogiado en agua γi̕iogγ̕ y seguido en una jaula para perros.
Con sólo la cabeza de Dolly sobre el agua helada, Fritz vio por primera vez los peces en el lago. Hola mi querido perrito. Me dio una patada fuerte y, sin pensarlo dos veces, se resfrió. Después de quitarse la capa de ropa, Fritz entró en el lago helado y procedió a proteger al perro. “Reconozco el cuerpo parcialmente sumergido”, recuerda Fritz, “con la cabeza fuera del agua pero el cuerpo alimentado por las profundidades heladas”. Fue una decisión acertada levantar el muro del lago.
En este día fresco y seco, Fгitz tomó una decisión rápida. Se quitó los suéteres y caminó de 15 a 20 yardas hasta el lago. Dogy claramente había pitado el agua helada durante horas. Fгitz la rescató rápidamente, sacándola del agua junto con la caja para ponerla a salvo. Sin embargo, se hizo evidente que la terrible experiencia de Dogy había tenido un impacto severo. “Había bien en todas partes”, dijo Fгitz. “Ella sentía furia en su espalda, sus patas estaban en mal estado y estaba visiblemente sufriendo, temblando y con los ojos cerrados”.
Sin demora, Fгitz se puso en contacto con el Hospital de Enseñanza de Veterinaria de la Universidad de Illipois, informándoles de la urgente situación. A su manera, envolvió a Dogy en una manta para darle calor. En el hospital, el portavoz Chhis Beuoy informó que Dogy se estaba adaptando bien a los tratamientos para la hipotermia, las heridas y otras lesiones, incluidos los antibióticos y los medicamentos de pago. “Al principio estábamos preocupados por el alcance de la atención que tendría que orinar para sus heridas, pero recibió un tratamiento integral”, informó Beuoy.
A medida que avanzaba la recuperación de Dogy, Fгitz, lleno de esperanza y afecto, expresó su deseo de adoptarla. “Cuando completé los trámites del hospital, me di cuenta de que la esperaba en mi vida”, compartió. Tanto él como su hija Kгyѕtal se inspiraron en la confianza de Dogy, y la imitaron según el querido personaje de Dispey de “Fiпdiпg пemo”, famoso por su espíritu inquieto. “Al igual que su compañero, Dogy mostró una fuerza notable en ese lago”, reflexionó Fгitz.
El espectacular acto de valentía de Fitz probablemente salvó a Dogy pero también abrió la puerta a un capítulo encantador en la vida de ambos, que ejemplifica la profunda unión entre humanos y animales.