Un paisaje impresionante aguarda a quienes se aventuran en una cala apartada, donde les espera una vista enigmática: dos formaciones rocosas colosales que se asemejan a una manzana cortada, como si la hubieran partido fuerzas sobrenaturales.
Esta maravilla mística está ubicada en un rincón oscuro y misterioso del mundo, escondida de miradas indiscretas. Entre Kaiteriteri y Marahau, en el Parque Nacional Abel Tasman, hay una formación natural conocida como Split Apple Rock que está compuesta enteramente de granito y se cree que tiene más de 120 millones de años.
Según el folclore maorí, la roca fue dividida por dos dioses en guerra que la codiciaban. Utilizaron su poder divino para dividir la roca por la mitad, resolviendo su discusión. Como resultado, los Mori llaman a esta formación Tokangawh, que significa “roca abierta rota”. Alternativamente, los expertos proponen que el agua pudo haberse filtrado en el granito a través de una grieta, congelarse durante una edad de hielo y finalmente romper la piedra.
La gran formación rocosa se encuentra a unos 160 pies de la costa. Se puede dar un corto paseo por un sendero que se encuentra en las afueras de la ciudad de Kaiteriteri para llegar a la playa circundante. Alternativamente, los turistas pueden realizar un viaje en kayak o utilizar taxis acuáticos para observar la roca desde el agua, lo que les brinda un punto de vista distintivo.