La pareja fue encontrada vagando por las calles antes de ser acogida y cuidada por las monjas, ¡y las fotos son demasiado lindas!
Durante los primeros días los dos fueron inseparables, consolándose mutuamente con estos adorables abrazos. Sin embargo, poco a poco cada uno de ellos ha adquirido más confianza y ahora se ven completamente a gusto en su nuevo hogar zen.