Si vieras a alguien que se pareciera a ti, sin duda intentarías conocerlo y conectarte con él. Este cuento muestra que los animales comparten este impulso con los humanos en pie de igualdad.
Roger, el perro de Betty, y ella estaban dando un paseo. De repente, su atención se centró en un perro que se parecía casi exactamente a Roger. Semejante coincidencia no podía pasar desapercibida, así que se detuvo y miró más de cerca al extraño.
En un mercado de agricultores, los voluntarios habían organizado un evento de adopción para ayudar a los animales del refugio a encontrar nuevos hogares. El perro Bisty estaba paseando por allí. Lo único que diferenciaba a Bisty y Roger era su género.
Betty no tenía intención de tener un segundo perro, pero después de conocer a Bisty, su punto de vista cambió. Inmediatamente se enamoró de este cachorro y Roger no quería separarse de su gemelo.
Inmediatamente se hicieron amigos. Ahora residen con Betty y su prometido dos perros que parecen idénticos entre sí. Es fascinante, ¿no?
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